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Comenzó el invierno, y ya desde hace unos días el frío arrecia y la humedad cala hasta los huesos. Nada mejor que preparar una bebida para entrar en calor.
En Alemania saben de frío y por eso es costumbre preparar para esos días una especie de licor al que llaman “Glühwein”.
El componente básico del “Glühwein” es, como su propio nombre indica, el vino
El vino caliente especiado es una bebida típica de muchos países y, aunque es tradición beberla en Navidad, se consume durante todo el invierno.
En Inglaterra se conoce como Mulled o Hot Wine, en Alemania como Glühwein y en los países escandinavos como Glögg con pequeñas diferencias entre ellos. 
Para un buen “Glühwein” se necesita un buen vino con cuerpo y de aroma afrutado, sea tinto o blanco.
En Alemania se prefiere el vino tinto, aunque en la parte del Mar del Norte y del Báltico, también se usa el vino blanco. A partir de ahí comienza un festival de especias que dan al “Glühwein”
su característico sabor.  Canela, clavo de olor, cáscara de naranja, limón y cardamomo... son algunos de los ingredientes que calientan los helados cuerpos de los teutones.
Pero lejos de extendernos con presentaciones, hoy te enseñamos cómo preparar esta típica bebida germana para que puedas hacerla en casa de manera sencilla y sorprender a tus invitados
con algo diferente.

Ingredientes:
    - 1 botella de vino tinto (750 cm3)
    - 80/100 gr de azúcar morena negra
    - 4 vainas de cardamomo
    - 6 clavos de olor
    - 2 estrellas de anís 
    - 2 ramas de canela
    - 1 pizca de nuez moscada rallada
    - 1 limón 
    - 1 naranja 
     - jengibre (opcional)

Elaboración:
En una olla coloca las especias, con la piel del limón y la naranja y el azúcar negra a fuego lento. Deja que las especias y las pieles suelten los aromas y el azúcar se vaya caramelizando.
Para que no se pegue, añade un chorrito de vino (lo justo para que cubra el azúcar). 
Cuando el azúcar esté disuelto, añade el resto de vino y coloca a fuego lento durante media hora.
Es importante que el vino no llegue a hervir. Comprueba el azúcar, por si lo queres más o menos dulce.
Retíralo del fuego y dejalo reposar.
Servilo muy caliente con una rojada de naranja en cada vaso.
Para conservarlo, lo podes colar y guardar en una botella.  Cuando lo vayas a degustar calentalo nuevamente.

Y ahora sí
, solo o  en compañía... a disfrutar el placer de calentarse con una buena taza de vino caliente!